Todos los quebequenses están hoy en duelo frente a un acto como este, de violencia gratuita. Nuestros pensamientos van dirigidos a la familia y a los cercanos de la persona fallecida.
Este acto aislado no es digno ni representativo de los valores compartidos por la población de Québec.
Les quebequenses condenan fuertemente todo acto de violencia y rechazan cualquier forma de amenaza o de chantaje hacia cualquier persona.
Una sociedad como la nuestra no dejará nunca a la violencia dictar sus elecciones colectivas. Nuestras instituciones democráticas son fuertes permitiendo a todos expresar su opinión dentro de los marcos prescritos y en tanto no atenten contra la libertad ni la integridad física o moral de nadie.
El presunto autor de este crimen será llevado a la justicia.